Putin celebra su victoria.
Dr. Willians De Jesús Salvador
Rusia es el país más grande del mundo, sus riquezas naturales, estabilidad política y económica, conducida bajo la egida de un liderazgo fuerte y visionario, como son los atributos de estadista que posee Vladimir Putin, electo Presidente para el ejercicio de un nuevo periodo constitucional.
Parece que se aplica en la historia de los pueblos, un principio filosófico marxista, que la materia no se pierde, se transforma. Así mismo la grandeza de otrora de la Unión Soviética aparentemente no se ha perdido en el limbo del nuevo milenio, sino que se ha ido transformando en la fisionomía de la Rusia de hoy, que sin sus corte de países que formaban la cortina de acero, está logrando su posicionamiento dentro del club de las naciones más poderosas del planeta.
Rusia, que forma parte del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), que son las economías emergentes más prometedoras de las próximas décadas, marcha con paso firme hacia la consolidación de una nueva era de grandeza, que hacen recordar los años de esplendor y blasones imperiales de la antigua URSS.
El Candidato Vladimir Putin, ganó a sus cuatro rivales las elecciones presidenciales, en la que se ha denunciado fraude por observadores independiente como manifestó la Directora de Golos, Lilia Shivanova y Alexei Navalny uno de sus adversarios.
El hecho cierto es que no causa sorpresas el triunfo en primera vuelta de Putin, según los resultados, el carismático líder barrió con un 61.77%. Esta victoria electoral muy a pesar de las olas de protestas, que desde Diciembre pasado realizaba su oposición política, por lo que el nuevo presidente de Rusia es Vladimir Putin.
Pasemos balance de los aspectos más relevantes, que el Presidente Putin en su vuelta al Kremlin, deberá manejar para la consolidación de la democracia en Rusia, tendrá que auspiciar esfuerzos para garantizar la gobernabilidad.
“La oposición tiene poderosos canales para coordinarse, intercambiar, información y financiarse. Por lo que no es posible hacer una autarquía, tendrá que ventilar la democracia para lograr la confianza de sus adversarios políticos, así lograr paz social y política en esta enorme nación.
La política exterior que ahora va de la mano de la China, en el conflicto de próximo oriente, es decir, Irán y Siria. El presidente Norteamericano, Barack Obama, en sus últimas declaraciones sobre este particular, ha señalado que todavía hay espacio para una salida diplomática, tal y como el suscrito, había expresado sobre este particular en artículos anteriores.
Obviamente, también el presidente estadounidense dice que no descartan ninguna acción para garantizar los intereses de Estados Unidos e Israel.
El Presidente Ruso, tendrá que definir, si es aliado o no de los Estados Unidos, lo que influirá de manera definitiva en los conflictos internacionales. La nueva diplomacia de Moscú definirá a lo interno de los organismos rectores de la política mundial, su rol en el nuevo orden mundial.
La corrupción es uno de los flagelos más importantes que impacta la vida institucional rusa, según se desprende de comentarios realizados por Serguei Guríyev, rector de la nueva escuela de economía de Rusia.
En su programa, Putin escribe con razón que el principal problema es la corrupción sistemática, pero no dice cuáles son sus causas ni cómo luchar contra ella. Su crítica actitud indica que no ha conseguido resolverlo”, afirma Guríyev. El dirigente ha dicho que en sobornos y comisiones fraudulentas se va el 2% del PIB del país.
Putin, que gobernará mínimo por 6 años más, porque tiene opción a la reelección hasta por un tercer periodo, esta es la cuarta oportunidad que ocupa la primera magistratura del estado, siendo en el último periodo, Primer Ministro.
Ha expresado que aspira a que Rusia recobre el lugar en el poderío militar que tenía la disuelta URSS, así como un nuevo posicionamiento dentro del eje de poder global.
El heredero político de Boris Yeltsin, vuelve al Kremlin, con bríos renovados y una amplia agenda de reformas democráticas.
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