domingo, 11 de marzo de 2012

La Tragedia Militar de Afganistán Estremece al Mundo

Estupor ante los ataques del soldado estadounidense en Afganistán

Última actualización: Domingo, 11 de marzo de 2012
Dolor en Afganistán
La Casa Blanca y el Gobierno afgano condenaron los sucesos.
Se multiplican las reacciones a la tragedia ocurrida en Afganistán, donde un militar estadounidense mató este domingo al menos a 15 civiles e hirió a otros cinco entrando en sus casas en la provincia de Kandahar.
El soldado abandonó su base militar a primeras horas de la mañana y entró en varias casas, donde disparó contra sus habitantes. Nueve niños están entre las víctimas mortales.
La Casa Blanca expresó "una profunda preocupación" y fuentes de la OTAN en Afganistán prometieron una investigación inmediata.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó el ataque y exigió una explicación a Washington.
Los corresponsales de la BBC en el terreno dicen que se teme una reacción furiosa por parte de la población cuando se extienda la información.
De hecho, pobladores que viven en el distrito de Panjwai se congregaron cerca de la base estadounidense para protestar por las muertes de este domingo, y la embajada de EE.UU. recomienda no desplazarse a la zona.
El sentimiento antiestadounidense es de por sí bastante alto en Afganistán tras la quema de varias copias del Corán por parte de militares estadounidenses el pasado mes.
Oficiales del ejército de EE.UU. se disculparon repetidas veces por el incidente de los coranes, que ocurrió en una base de la OTAN en la capital afgana, Kabul, pero fracasaron en su intento de apagar las protestas y los ataques que acabaron con la vida de al menos 30 civiles y seis soldados estadounidenses.
"Once miembros de mi familia están muertos. Están todos muertos"
Haji Samad
El teniente general Adrian Bradshaw, comandante a cargo de las fuerzas lideradas por la OTAN, dijo que era incapaz de "explicar la motivación detrás de actos tan crueles" y añadió que "nuestros pensamientos y oraciones están con los afectados por esta tragedia".

Disparados y quemados

No se conoce el nombre del soldado, pero se cree que es un sargento de plantilla.
Se dice que salió de su base alrededor de las tres de la madrugada, hora local, y se dirigió a Alkozai y Najeeban, poblaciones cercanas a la base, trasladándose de forma metódica de casa en casa.
Un residente local, Abdul Baqi, dijo que al parecer el soldado abrió fuego en tres casas diferentes. "Cuando el suceso estaba ocurriendo, en el medio de la noche, estábamos en nuestras casas", explicó. "Escuché disparos, después silencio, y de nuevo disparos".
Se informa que, en una casa de Najeeban, el militar mató a 11 personas, prendiendo fuego a sus cuerpos antes de marcharse.
"Once miembros de mi familia están muertos. Están todos muertos", dijo Haji Samad, un anciano del pueblo y pariente de la familia. Samad le dijo a la prensa que el soldado utilizó productos químicos para incendiar los cuerpos.
Soldados estadounidenses en Kandahar
Los oficiales de la OTAN se comprometieron a realizar una investigación rauda y profunda de los hechos.
Una mujer que prefiere mantener el anonimato fue testigo de los hechos y le contó a la BBC que escuchó los disparos a las dos de la madrugada, hora local. El soldado mató de un disparo a un perro que ladraba, añadió, y precisó que no se ha visto al movimiento talibán en la zona en los últimos cinco meses.
Haji Sabed Jan, del pueblo Alkozai, manifestó: "Mi casa fue atacada y perdí a cuatro miembros de mi familia".
Los cinco heridos fueron trasladados a las instalaciones médicas de la OTAN.
Una delegación de la oficina del gobernador de la provincia llegó a la zona para determinar exactamente qué pasó, anunció un portavoz.
El soldado, que al parecer sufrió una crisis nerviosa antes de cometer los ataques, se entregó después de los hechos a las autoridades militares estadounidenses.

Asesinatos intencionados

En su declaración, el presidente afgano describió las muertes en Kandahar como "asesinatos intencionados".
"Cuando fuerzas estadounidenses matan deliberadamente a los afganos, esta acción es asesinato y terrorismo y es imperdonable", subrayó.
Caitlin Hayden, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, explicó que el presidente estadounidense, Barack Obama, está al tanto del desarrollo de los acontecimientos.
"Estamos profundamente preocupados por las primeras informaciones que nos llegan y estamos evaluando la situación de cerca", prosiguió.

Otros puntos de fricción entre Afganistán y Estados Unidos

  • Febrero 2012: Violentas protestas en Afganistán después de la quema accidental de varias copias del Corán por parte de militares estadounidenses en la base aérea de Bagram en Kabul. Hubo al menos 30 víctimas mortales.
  • Enero 2012: Estados Unidos y oficiales de Naciones Unidas describen como "asqueroso e inhumano" un video donde aparecen marines de Estados Unidos orinando sobre cadáveres de afganos.
  • Abril 2011: El presidente estadounidense Barack Obama califica la quema de un Corán por parte de un pastor fundamentalista en marzo de 2011 en Estados Unidos como "intolerancia". El incidente disparó protestas que dejaron al menos 24 muertos en Afganistán.
  • Abril 2008: Los gobiernos de Holanda y Dinamarca evacuan sus embajadas en la capital afgana, Kabul, después de las protestas contra las viñetas del Profeta Mahoma que aparecieron en diarios daneses.
El General John R. Allen, de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF por sus siglas en inglés), que funciona bajo mando de la OTAN, aseguró que los oficiales estadounidenses en Afganistán trabajarán con sus socios afganos para investigar lo ocurrido.
"Le doy a toda la gente noble de Afganistán mi compromiso de una investigación rápida y completa", enfatizó. "Este acto no representa en absoluto los valores de las fuerzas de la ISAF y de la coalición que son de profundo respeto por el pueblo afgano".
Es la primera vez que civiles afganos son blanco de los soldados extranjeros de esta manera, informa el corresponsal de la BBC en Kabul, Quentin Sommerville.
Sin embargo, un soldado estadounidense fue sentenciado el año pasado por tres cargos de asesinato premeditado después de liderar un "equipo asesino" en Afganistán.

Patria del movimiento talibán

Kandahar es la patria espiritual del movimiento Talibán y se considera estratégicamente importante por su aeropuerto internacional, su producción agrícola e industrial y su posición como uno de los principales centros de comercio del país.
La provincia ha sido testigo de fuertes enfrentamientos entre fuerzas de la OTAN y miembros del movimiento talibán en los últimos 5 años.
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, había dicho anteriormente este mismo domingo que su gobierno todavía espera firmar un acuerdo de asociación estratégica con Estados Unidos en los próximos meses.
En un discurso televisado, Karzai dijo que las conversaciones se centrarán ahora en el rol que jugará Estados Unidos en Afganistán una vez que la OTAN traspase la responsabilidad de la seguridad a Kabul a finales de 2014.
El viernes, Kabul y Washington alcanzaron un acuerdo para transferir el control de prisiones hasta ahora manejadas por Estados Unidos a los afganos.
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Una matanza de civiles en Afganistán crispa las relaciones entre EE UU y Kabul

Un soldado estadounidense abrió fuego contra varias casas de un barrio rural de Kandahar, corazón del frente talibán en el sur del país, y mata al menos a 16 civiles

Un ciudadano afgano llora junto los cadáveres de menores. / JANGIR (AFP)
Un soldado norteamericano ha sido detenido hoy en Afganistán tras abandonar de madrugada una base de la OTAN y matar a al menos 16 civiles, varios de ellos niños. El incidente sucedió en la provincia de Kandahar, uno de los bastiones de la insurgencia de los talibán. El Pentágono ha explicado que el soldado actuó en solitario y por su cuenta, y ofreció disculpas a la ciudadanía de Afganistán, en un intento de aplacar el creciente antiamericanismo en el país, al que recientemente han dado fuelle incidentes como la quema de coranes en la base de Bagram o un vídeo que mostraba a cuatro marines orinando sobre cadáveres.
“Uno de nuestros soldados ha sido acusado de matar y herir a un considerable número de civiles en unas villas cercanas a su base. No puedo imaginar la motivación que existe tras unos actos tan crueles, pero puedo asegurar que no forman parte de ninguna acción militar autorizada por la Fuerza Internacional de Seguridad de Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés)”, ha dicho el subcomandante de esa misión de la OTAN, el teniente general Adrian Bradshaw. “Hemos iniciado una investigación y haremos todos los esfuerzos posibles para esclarecer los hechos y castigar a quienes sean culpables”.
El soldado salió de su base, en el distrito de Panjwai, pasadas las dos de la madrugada, hora local de Afganistán (las 22:30 del sábado en la España peninsular). Se dirigió a Belandi, una villa cercana, y entró armado en tres casas, según informaron las autoridades provinciales de Kandahar, que han iniciado una investigación. Solo en la primera casa, el soldado mató a 11 civiles. Luego aniquiló a cinco personas más. Fuentes de ISAF dijeron que el soldado regresó a la base por su propio pie y se entregó.
“Las fuerzas norteamericanas están ofreciendo tratamiento médico a aquellos civiles que resultaron heridos”, dijo el embajador en funciones de Estados Unidos en Afganistán, James Cunningham, quien ofreció sus disculpas formales a Kabul. Horas antes, la embajada había dicho en su cuenta de la red social de Twitter: “Debido a informes sobre protestas en Panjwai, aquellos que residan en o se dispongan a viajar a la provincia de Kandahar deben actuar con extremada precaución”. El presidente afgano, Hamid Karzai, ha condenado los asesinatos (que calificó de “intencionados”) y demandó una explicación inmediata de la OTAN. "No vamos a olvidar", dijo en un comunicado. El mandatario de EE UU, Barack Obama, transmitió su profundo pesar por los asesinatos y ofreció sus condolencias al pueblo afgano. Más tarde, Washington comunicó que Obama se comunicó telefónicamente con Karzai para transmitirle personalmente sus condolencias. El general norteamericano John Allen, comandante de la misión en Afganistán, anunció que se comunicaría de inmediato con el Gobierno de Kabul.
El incidente reavivó el creciente antiamericanismo que recorre el país, en una época en la que la Casa Blanca y el Pentágono buscan un marco de colaboración estratégica con Kabul para culminar la retirada de tropas de la OTAN a lo largo de 2014. El antiamericanismo en Irak frustró los planes de EE UU de dejar en aquel país a entre 3.000 y 5.000 soldados, para labores de entrenamiento y supervisión, tras el repliegue que culminó en diciembre. El Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, se negó a ofrecer inmunidad a los soldados que quedaran allí tras la guerra.
Ahora, Washington teme que suceda lo mismo en Afganistán, donde once años de guerra no han logrado consolidar una democracia de tipo occidental y donde la guerrilla de los talibán, apoyada por el grupo terrorista Al Qaeda, se mantiene fuerte y con apoyos entre una buena parte de la población. A la insurgencia le han ayudado en su cometido diversos incidentes recientes en los que, por errores de procedimiento o insubordinación, los soldados de EE UU han provocado la ira de la población civil.
El mes pasado, la quema de una cantidad indeterminada de copias del Corán por parte de cinco soldados estadounidenses en la base de Bagram desató una oleada de ataques suicidas, además de multitudinarias protestas a nivel nacional que se saldaron con la muerte de 30 afganos. El Pentágono explicó entonces que los libros se habían quemado por error, después de haber sido confiscados en el centro de detención de Parwan, dentro de la base, porque los integristas allí detenidos los empleaban para comunicarse entre ellos.
En enero, el Pentágono tuvo que investigar un vídeo, aparecido en el portal de Internet de YouTube, en el que se mostraba a cuatro marines orinando sobre los cadáveres de tres afganos. Previamente, en 2010, un grupo de cinco soldados del Ejército de Tierra creó un escuadrón de la muerte en Kandahar y mató a tres civiles. Los estadounidenses se tomaron fotos con los cadáveres como si fueran trofeos. El sargento Calvin Gibbs, que organizó las matanzas, fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua en noviembre.
Los recelos que esos incidentes han provocado entre la población civil están complicando extremadamente la labor de las agencias de cooperación norteamericanas que trabajan en Afganistán, a través de las cuales Washington canaliza miles de millones de dólares para labores de reconstrucción del país. Además, el Gobierno del presidente Hamid Karzai tiene previsto prohibir las subcontratas de seguridad en el país a partir del 20 de marzo, lo que dejaría a esas organizaciones de ayuda humanitaria bajo la protección de unas fuerzas nacionales afganas con notables carencias de personal y preparación.

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