Pacto de Civilidad y la Democracia Dominicana
Dr. Willians De Jesús Salvador
Perdonarme la necedad de mi insistencia sobre el llamado Pacto de Civilidad.
Debemos de suponer que si entre los políticos, candidatos presidenciales, presidentes de partidos y afines, se firma un Pacto de Civilidad para que la campaña en la recta final,transcurra como un concurso de belleza, es decir, sin ningún tipo de enfrentamiento entre las partes, esto se debe a la necesidad de domesticar a la clase política dominicana. ¡Es una vergüenza para la democracia dominicana! Sinónimo de atraso político.
La firma de este documento es la confirmación de la sospecha colectiva de que los que lideres y partidos que conducen el país, se enmarcan dentro de una democracia defectuosa, inmadura, que ocasionalmente sus conducentes actúan al filo de la ética política.
He vivido procesos electorales en diferentes países en el nuevo y viejo mundo, solamente en países con una democracia muy precaria se rubrican semejante documento, que es insultante a las ínfulas de los que vivimos las plenitudes del tercer milenio de la Era Común.
Ahora bien, una labor pastoral trascendente pudiese ser que los partidos presenten los llamados “Gabinetes de la Sombra”, ante su Excelencia Reverendísima y que se comprometieran a cumplir algunos aspectos consignados en las leyes divinas o mandamientos que Jehová, le dio a Moisés, consignados en Éxodo 20:15, No Hurtaras, es decir, el octavo mandamiento “no robaras” y el nueve “no debes dar testimonio contra tu semejante falsamente, es decir, no levantarás falso testimonio”.
Porque decimos estas cosas tan pesadas, indigeribles para algunos apostatas, que les gustaría que actuáramos con la hipocresía colectiva de apoyar todo, como una forma de no nadar contra la corriente, pero no es así, alguien que no tenga aspiraciones Ministeriales debe comulgarse con su conciencia y el pueblo dominicano.
El problema de la campaña no está en las bases de los partidos, está en la cúpula de los partidos, entre los que se venden al mejor postor (que dijo Danilo Medina, “que no sirve el que se vende, ni el que lo compra”) a los que no asumen sus responsabilidades institucionales con el candidato de su partido o los que viven del vituperio e insulto, fabulando solo y en familia todas las infamias contra el candidato del PRD, llámese Peña Gómez en una ocasión o ahora Hipólito Mejía.
Cuál es la discusión del momento, que no es campaña sucia, si no verdades incontrovertible y que deben ser debatida por la salud de la democracia dominicana, la “Corrupción”,cuyos escándalos van mas allá de nuestras fronteras como una vergüenza de la democracia dominicana.
Indignante, los reportes de corrupción, sin que las autoridades morales y espirituales las sancionen, todo lo contrario, el candidato del partido opositor mayoritario, dijo, que no pagarás las deudas sin sustentación y legítimamente realizadas en observancia de la ley de contratación de compras del estado, entonces, salieron voces endilgándole el error y la obligatoriedad de pagar esas deudas producto de la bonhomía de campaña.
La firma de este Pacto de Civilidad, es un triste espectáculo de la democracia dominicana.
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