El seísmo, de magnitud 6,6 en la escala de Richter, ha dejado centenares de heridos
Cinco años después del terremoto que sacudió el suroeste de China con un balance de 87.000 muertos y desaparecidos, la tierra ha vuelto a temblar con fuerza en la misma zona. 56 personas han fallecido, según la agencia oficial Xinhua, y 600 han resultado heridas, según otros medios, a causa del seísmo que ha sufrido esta mañana la provincia de Sichuan. El terremoto, de magnitud 7 en la escala Richter según el departamento sismológico chino y 6,6 según el Servicio de Vigilancia Geológica de Estados Unidos, se ha producido en el condado de Lushan, cerca de la ciudad de Ya’an, a las 8.02 (seis horas menos en la España peninsular). El epicentro se ha situado a una profundidad de 12 kilómetros.
“El seísmo en Ya’an, Lushan, ha herido o matado a cientos de personas”, ha asegurado la departamento de terremotos de Sichuan. El temblor se ha sentido en la capital provincial, Chengdu, a unos 140 kilómetros, donde mucha gente se ha echado a la calle, todavía con el recuerdo vivo de la tragedia de 2008, e incluso en la megapolis de Chongqing, varios cientos de kilómetros más al este. Ha habido numerosas réplicas, la mayor de ellas de magnitud 5,1.
Xinhua afirma que han sido enviados 2.000 soldados a la zona para participar en las labores de rescate, y ha contado que, según un vecino de Chengdu, que se encontraba en el piso 13 de un edificio, la sacudida duró alrededor de 20 segundos y cayeron las tejas de los inmuebles cercanos. Usuarios del servicio de mensajes cortos Weibo –similar a Twitter- en diferentes ciudades afirman que sintieron el temblor.
El Servicio de Vigilancia Geológica de Estados Unidos dijo inicialmente que el terremoto había sido de magnitud 7, pero lo redujo posteriormente a 6,6. La ciudad de Ya’an tiene 1,5 millones de habitantes.
Un temblor de valor 5,5 mató a cuatro personas e hirió a más de 100 en junio pasado en la provincia de Yunnan, vecina a Sichuan. Otro, de 5,4, cerca de la frontera con Myanmar, dejó el año anterior 25 muertos y 250 heridos.
El seísmo del 12 de mayo de 2008, de magnitud 7,9, afectó a Sichuan y las provincias vecinas de Shaanxi y Gansu. Generó una ola de apoyo nacional, pero también la ira de la población cuando se descubrió que muchas escuelas se habían derrumbado mientras otros edificios cercanos habían aguantado, lo que despertó sospechas de que había habido amplia corrupción durante su construcción. El seísmo provocó fuertes corrimientos de tierras y arrasó pueblos, muchos de ellos aislados en las montañas.
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