ORLANDO DICE
PRD, la reforma fiscal y el sentido de la oportunidad
OPORTUNIDAD Y PODER
Si el PRD fuera una organización con sentido de oportunidad y poder, aprovechara la coyuntura de la reforma fiscal para impulsar bajo nuevas condiciones las leyes de partidos y electoral. Dadas las circunstancias, al gobierno le interesa la primera y al PRD le conviene la segunda y la tercera. Se dirá que el intercambio no sería justo, que al régimen le tocaría una mejor tajada y que la potencial contraparte en una negociación podría esperar un ambiente menos conflictivo. Las oportunidades ñdijo alguienñ se pintan calvas, pero en ocasiones bastan con un peluquín, pues no se pueden dejar escapar. La Reforma no pudo pasar el examen del Consejo Económico y Social, y posiblemente tampoco el de la calle, pero se adelanta que en el Congreso Nacional será un clavo pasado. Incluso, esa impresión se refuerza cuando se anuncia la creación de una comisión bicameral, esto es, de senadores y diputados, para agilizar su conocimiento y aprobación. Los peledeístas tienen con qué, que no es el caso de los perredeístas...
LO TUYO Y LO MÍO
El gobierno tiene el problema del Presupuesto del 2013, pues las cuentas no le salen o los números no le alcanzan, y el PRD tiene dificultades en reconciliar las partes y ganar elecciones. Si lo de la reforma fiscal es un fatalismo, y el partido blanco no tiene manera de evitarlo, lo inteligente es salir con algo en las manos. Pues lo que debe importar por el momento a los perredeístas es superar el “impasse”, y si existiera una verdadera ley de partidos, los conocidos resabios o esa guerra de muchachos no tendrían cabida. ¿Cuántas veces los perredeístas han intentado resolver o resuelto sus diferencias internas acudiendo a los poderes públicos? De pronto vale recordar la fallida ley de lemas. Ahora sería crear un verdadero estatuto de partidos, en que cada organización se sujete a un orden que garantice libertad y democracia adentro e igualdad de competencia afuera. Las dos facciones han hablado de esa necesidad, y se sabe que por lo menos una trabaja en su propuesta. Aunque de forma lenta, como si no creyera en su viabilidad...
¿FALTA FUERZA, O VALOR?
Las facciones del PRD no adelantan en sus propuestas de ley de partidos y electoral porque reconocen su debilidad congresional, de que no cuentan con senadores y que los diputados no son suficientes para que sus iniciativas puedan prosperar. Necesitan del PLD, que sí tiene los pertrechos y los hombres para echar esas batallas. Es más, el PLD no se lanza esperando que el PRD esté preparado y surja una circunstancia que favorezca una negociación. De ese trabajo se encargó a una comisión encabezada por el anterior vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, y parece que cumplió a tiempo. Con el PRD, si se recuerda, está pendiente ese consenso desde los tiempos del Pacto de las Corbatas Azules. De manera que no sería tan difícil retomar el trato, pues además forma parte de un proceso de institucionalidad que se inició con la Constitución del 2010. Si se modernizaron los órganos públicos, justo es que se haga otro tanto con los núcleos que les dan sustento en un sistema democrático...
NUNCA ES TARDE
Hay por lo visto una suerte de entendimiento que solo falta que la coloquen en la mesa y empiecen a negociar condiciones y posibilidades. Si como dicen el PLD no necesita de respaldo legislativo para aprobar su reforma fiscal y el presupuesto del 2013, el concurso del PRD sería clave en ambas piezas, pues se verían como obras del consenso y ñde algún modoñ repercutiría en el ánimo de la calle. Aun cuando en el partido blanco no haya nadie con autoridad para obligar a la población a beberse ese trago amargo sin chistar. Ahora, como va una cosa, viene la otra. Las visitas a los grupos del PRD fueron con un propósito: presentar la propuesta de reforma, sin que signifique que la respuesta deban darla en números. Hipólito Mejía saludó como bueno el gesto del gobierno, y Miguel Vargas intercambió a puertas cerradas, sin prensa. Así, que pudo haberse avanzado en otras líneas de discusión, mucho más que en el caso de Vargas se hizo acompañar de abogados y no de economistas. Si los bandos acusan al gobierno de Leonel Fernández de provocar “la crisis”, tienen ahora la oportunidad de resolverla con Danilo Medina... |
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