Dr- Ramón Veras |
Por: Ramón Antonio
Veras.
1.- La satisfacción por el deber cumplido
como padre nunca termina en sociedades donde están presentes fenómenos sociales
nocivos, como el sicariato y otras variantes del crimen organizado.
2.- Los padres de Jordi Veras, Carmen y yo,
nos preocupamos por formar una familia de hombres de bien, educados, decentes y
honestos. Jordi y sus hermanos asimilaron y han practicado lo que aprendieron
en el hogar.
3.- Carmen, la madre de Jordi, falleció
convencida de que habíamos trillado un buen camino con nuestros hijos, y yo
creí que mi obra como padre había concluido satisfactoria mente.
4.- En lo que a mí respecta, como padre he
pasado los momentos más amargos, dolorosos, angustiosos y desesperantes desde
el día 2 de junio de 2010, cuando mi hijo Jordi, fue objeto de un intento de
asesinato.
5.- Como consecuencia de la acción criminal,
Jordi lleva en su cuerpo varias lesiones permanentes, y yo, espiritual y
anímicamente, he vivido a medias, con una alegría marchitada, y con una pesada
carga que me la llevaré hasta la tumba, porque sé que por muy fuerte sanción
que reciban, como merecen los asesinos, la paz espiritual nunca regresará a mi
agredida familia.
6.- Quiero que estas reflexiones lleguen a lo
más profundo del corazón y se afiancen en la conciencia de todas las madres y
padres del país, para que hoy, más que nunca, luchen para que sobre esta
sociedad deteriorada, agrietada por todas partes, levantemos un ordenamiento
social nuevo en el cual nuestros nietos y nietas, en el futuro, vivan si
sobresaltos, miedo e inseguridades, y para que ningún padre de familia tenga
que pasar por el calvario que yo he pasado.
Santiago de los Caballeros.
7 de octubre de 2012.
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