Hipólito Mejía y la JCE
Dr. Willians De Jesús Salvador
Los procesos electorales, transparentes, participativos y con un arbitraje pulcro, son las bases fundamentales de la democracia moderna.
Los partidos políticos, son las instituciones primarias de las cuales son electos los ejecutivos principales del gobierno, Presidente, Vicepresidente, Senadores, Diputados, Alcaldes, Vicealcaldesas y concejales.
La credibilidad de los integrantes del tribunal comicial, es fundamental para que los partidos políticos y la sociedad, acepten los resultados electorales, creándose por consiguiente un clima de legitimación del proceso. Esto permite la participación e integración de todos los actores, garantizando la gobernabilidad, y por ende el fortalecimiento del Sistema Democrático.
La existencia de un estado de derecho, que garantice que los ciudadanos puedan concurrir a las elecciones para elegir y ser elegidos, es fundamental, y que los jueces de este alto tribunal, actúen cónsonos con las leyes electorales y con alto sentido de equidad frente a los partidos y sus candidatos.
A la vez que los candidatos y los partidos políticos, no tengan ningún prejuicio sobre los integrantes del tribunal, es decir, los jueces, funcionarios administrativos y técnicos. Por lo que es saludable que cualquier planteamiento de los partidos y sus candidatos, sea tratado con presteza y respeto.
De manera particular, yo pensaba, que este cincuentenario de las primeras elecciones libres y democráticas después de la caída de la dictadura de Trujillo, constituiría una fiesta democrática para el pueblo dominicano.
El hecho de que el Partido de la Liberación Dominicana, se alzara con todo los poderes del estado, por ende, el control absoluto de la Junta Central Electoral, dirigida por un connotado dirigente de su Comité Central, entre otros, produce algunos temores en el mayor partido opositor y su candidato, por lo que corresponde a estos disipar esos temores.
Todos tenemos que estar claros, que necesitamos hacer un esfuerzo colectivo, para que las elecciones se desarrollen en un ambiente distendido, no tan ríspido como hasta el momento se encamina, con actitudes temerarias de parte del aparato del estado contra la prensa, periodistas, dirigentes políticos que disientas del oficialismo.
Ha habido persecución, espionaje y chantaje, contra connotados hombres cercanos al candidato presidencial, lo que innecesariamente enrarece el clima electoral, además de otras actitudes que crean insatisfacción de quienes tienen que arbitrar el proceso.
Debemos advertir que estas elecciones son un hibrido complejo, por un lado se transmitirán las actas vías scanner desde los colegios electorales, y otras mesas serán llevadas a las Juntas Municipales, para que sean enviadas por el sistema de fax. Según el Presidente de la JCE, el porcentaje será de aproximadamente 70 % por la primera vía y 30 % por el método convencional y ortodoxo del Fax.
Ahora bien, lo que el PRD y su Candidato Presidencial, solicitan es que no se enmiende la resolución que consigna que los resultados de las actas serán enviados simultáneamente a los partidos y la prensa.
Sería recomendable que el candidato opositor Hipólito Mejía, gire una visita de cortesía al pleno de la JCE, en la que exprese de viva voz sus preocupaciones y aprehensiones, a la vez que los honorables magistrados revestidos de sus calidades, respondan a la altura que las circunstancias ameriten. Otros candidatos pueden hacer lo propio, recuerdo que muchos candidatos presidenciales han visitado la Junta en procesos electorales pasados.
Es hora que el liderazgo nacional y los jueces de la JCE, se encuentren en los puntos que son indispensables para que las elecciones nacionales, sigan siendo la base primigenia del poder popular. Ha llegado la hora suprema de la responsabilidad pública, para que el pueblo elija de manera libérrima sus autoridades, sin asomo de trapisondas, dudas o resquemores
Dominicanos, avancemos hacia la construcción de una sociedad con una democracia de calidad.
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