Hipólito Mejía
Los hombres provenientes de las entrañas del pueblo, sus discursos son
frontales. A los pueblos les gustan sus líderes recios, indoblegables y
liberados del temor que se engendra desde las entrañas del poder. Discurso del Dr. Willians De Jesús
Salvador, en el Club Salvador
Allende en el otoño del año 1988,
Madrid, España, titulado: “El golpe de estado en Grecia: Los Coroneles y la
Democracia”.
Por Dr. Willians De Jesús Salvador
El discurso, es un conjunto de
ideas expresadas en palabras, que se concatenan y establecen el concepto del
orador, sobre aspectos determinados que
desea transmitir a sus receptores. Este
puede ser, político, religioso, científico, literario, mercadológico, en fin,
puede ser tan diverso como el universo mismo.
En resumen es un evento
lingüístico comunicacional trascendente. El histrionismo y la belleza acústica,
constituyen elementos cautivantes para los seres humanos. Es un monologo que no
admite participación extraña, porque es la expresión autentica del orador.
Podemos discutir el contenido,
estar de acuerdo con los conceptos o diferir de los mismos, la oratoria
política, es la expresión humana de los intereses particulares y gregarios,
razones por las cuales habrán adeptos y contrarios. Sobre todo en
medio de una lucha por el poder del
estado, como son las campañas electorales.
Los contradictores del candidato
presidencial del PRD, Hipólito Mejía, encuentran aristas en su discurso, para
intentar descalificarlo ante el electorado nacional, y esto crea dos
sentimientos, una adhesión y otro de
rechazo, como es natural.
Hipólito Mejía, es un producto
muy bien conocido por el mercado electoral dominicano, es un hombre directo,
que aborda la problemática nacional con un lenguaje para que el pueblo de a
pie, pueda comprenderlo, le llama al pan pan y al vino vino. Por estas razones,
se comunica de manera fluida con su
pueblo.
Cuando utiliza términos
despectivos sobre sus contrarios, lo hace consciente de que sus palabras son hirientes como una
flecha, y sus contradictores u opositores dicen salvajadas de él, sin que
tampoco eso le importe mucho, ni lo haga recoger sus palabras, vamos a ilustrar
con varios ejemplos.
Por ejemplo, la reacción iracunda
del poder mediático gubernamental, porque llamó “Pelafustanes a los miembros de
la Suprema Corte de Justicia”, cuando la gente entendió que el debió haber
dicho que era una Corte, constituida por Peledeístas y Veleidosos, que también
era otra forma de restarle honorabilidad y credibilidad.
No, los llamó pelafustanes, me
razonó alguien, ese es el concepto que él tiene del presidente del alto
tribunal comicial, no porque sea un peón
al servicio del Presidente de la República y del PLD, sino porque adoptó
una posición poco digna cuando estaba en INDOTEL, cuando expresó que se
quedaría en el cargo por encima del Presidente Electo que era Hipólito, en un franco desafío a la autoridad
y las leyes. El Presidente dijo, lo voy
a destituir y lo destituyó, desde entonces, es probable que tenga esa pobre valoración del Presidente de la Suprema Corte de Justicia. Considero como el libro de François
Mitterrand, debió separar el grano de la paja, porque hay muchos miembros
honorables en ese tribunal, que no merecen ese calificativo.
Aparentemente, estas expresiones han creado enfado y enojo en la esposa del presidente del PRD, que su hermana fue puesta por la esposa del Hernani en la SCJ y ella piensa que no es una Pelafustan, sino una distinguida Jurisconsulta dominicana, cuyos méritos la hacen digna de la posición que le otorgó el PLD.
Por Twitter, no ha guardado las formas, ni respetado que el PRD, le llevaría a la distinguida y privilegiada posición de Primera Dama en las elecciones del 2008, que su esposo fue Candidato a la Presidencia de la República por el PRD, hoy ella manda a votar públicamente en contra del PRD. Esto abre un cráter político a lo interno del PRD.
Definitivamente, Hipólito es un hombre
recio, directo y frontal que está a la
defensiva, porque sabe que es contra un partido en el poder, que su lucha es
ardua contra una estructura de hombres amaestrados para no dar tregua a la oposición, además de tener sospechas
legitimas de alta traición a lo interno de su partido, porque varios se han sentado al frente de su casa, para ver pasar el cadáver de su
contrario interno.
Hipólito, es un hombre de bien,
un extraordinario ser humano, que simplemente reacciona contra la parafernalia
del poder peledeista. Con su arma más poderosa que es el discurso, elaborado con palabras del pueblo, para crearle conciencia a
todos. Su voz distorsionada por la
dictadura mediática del PLD, no ha logrado que baje el tono, su discurso contra
la corrupción, la delincuencia, la violencia, el uso y abuso de los recursos
del poder en campaña. ¡Hipólito continua
impertérrito!
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