¿ PRD: OTRO ACUERDO
DE APOSENTO?
Por Amaury Justo Duarte
La crisis del PRD no se resolverá con otro acuerdo de aposento a los que
nos tiene acostumbrado la historia partidaria si no ponemos a funcionar los organismos.
Las condiciones históricas han
cambiado. Ahora no hay un árbitro, tipo Peña Gómez, cuyo liderazgo imponga soluciones. Un nuevo acuerdo de
aposento postergaría la crisis actual y volvería
a estallar en el futuro, sea en el 2013 cuando estatutariamente el PRD celebre su Convención Ordinaria para elegir
una nueva dirección , o en el 2016 al momento de elegir al candidato
presidencial.
Un acuerdo de este tipo como propugnan algunos sectores internos y representantes
de los poderes fácticos del país, dizque para evitar que el PRD no se divida y preservar así un contrapeso al gobierno del
PLD, ven al PRD simplemente como un instrumento para el juego de poder entre
las cúpulas y poderes del Estado, pero jamás para luchar
por las transformaciones sociales en su más amplio sentido.
Actuar al margen de los
organismos , estimulando, por ejemplo, una posible reunión Hipólito –Miguel que propiciaría
un ´´borrón y cuenta nueva´´ y por arrastre una nueva repartidera de puestos en los organismos de dirección, dejaría
sangrantes las heridas abiertas durante
la pasada campaña electoral y al viejo
buey blanco que sufre actualmente de múltiples dolencias, en estado de
postración.
El viejo buey blanco sufre de problemas graves: hipertrofia e infuncionabilidad
de los organismos, ausencia de disciplina partidaria, violación sistemática de
los Estatutos, clientelismo político y sobre todo , carencia de gerencia
política y desconexión con amplios sectores populares, particularmente jóvenes
y mujeres. O sea, inadaptación con una
sociedad que ha cambiado. En tal sentido , si la actual crisis culmina con un
acuerdo de aposento, el camino de la
renovación y modernización a que se
aspira, sería relegado a las calendas griegas.
La crisis que atraviesa el PRD es, pues,
estructural. Vehiculada, innegablemente, a
través de una lucha de personalidades, la cual esconde su verdadera esencia. La
solución practica a la vista es la
convocatoria de los organismos con poder de decisión , sea la Comisión
Política , el CEN, el Pleno Nacional de Dirigentes , a través de los cuales
se lleve a las bases, una ruta crítica
para salir del impase actual, que podría ser la convocatoria de un Plebiscito,
conforme a los artículos 39 y 40 de los Estatutos para que estas decidan, si están de acuerdo o no con adelantar
la Convención, entre otros temas que se podrían plantear. Esta es , en los
actuales momentos , la consulta más democrática e idónea existente y que tiene
su base de sustentación estatutaria.
Volviendo al punto de partida, reiteramos: que los organismos decidan.
Evitar a toda costa los acuerdos de aposento.
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