Dr. Willians De Jesús Salvador
El Parque de Bresso en Milán, en la Fiesta del Testimonio,
donde se celebró la misa y vigilia de
clausura del VII Encuentro Mundial de las Familias Católicas, ha sido el
escenario en que Su Excelencia Reverendísima, Benedito XVI, hizo un llamado a
la clase política universal para que los
partidos políticos sean responsables y no prometan lo que no puedan cumplir, a
la vez les recordó a los políticos que la “Política es una responsabilidad ante
Dios y el Pueblo”.
En nuestro país hace pocos días que el pueblo dominicano
concurrió a las urnas para elegir el Presidente y Vicepresidenta de la
República, y aunque no podemos asegurar que el pueblo fue seducido por los
discursos y plataforma programática, sino, que otros recursos de campaña fueron
los mejores aliados del partido gobernante reelecto, aunque no podemos soslayar
los traumas del proceso electoral, debemos abocarnos al obligatorio reencuentro
de la sociedad dominicana con la finalidad de auspiciar su unidad, y aunar
esfuerzos de los partidos, empresarios, sociedad civil, iglesias, juntas de
vecinos, en la tarea ingente de los retos que tenemos como nación.
Al leer los diarios dominicanos de domingo, no da la
impresión que estamos en la transición de cambio de gobierno, sino, que los
partidos han seguido como si hubiese una segunda vuelta, los articulistas oficialistas atacando a
quien fuera el candidato del partido opositor, que de partido a partido resultó
ganador, aunque por el gradiente sumatorio de los partidos aliados, resultó
derrotado. Por otro lado, observamos en un telón de fondo: “HIPOLITO MEJIA. El
Presidente Demócrata que el Pueblo Eligio”. En un acto con la participación del
Ing. Mejía, en el Polideportivo de
Pueblo Nuevo.
En toda parte del mundo, pasado un proceso electoral y
proclamado un candidato ganador, si no hay impugnaciones a las elecciones, los
candidatos participantes, los partidos, los equipos mediáticos, se retiran del
escenario para permitir que el equipo gobernante diseñe su gabinete y plan de
gobierno a corto, mediano y largo plazo.
Recuerdo un ejemplo de civilidad política extraordinaria, el Canciller Alemán Gerhard Schroeder, en el
2005 al no lograr un voto de confianza del Parlamento, solicito elecciones
adelantadas y el Presidente Federal Horst
Köhler, disolvió el Parlamento y llamó a elecciones el 18 de septiembre del
2005. Tras una campaña corta e intensa, ninguna de las formaciones políticas
SPD Y CDU, no lograron mayoría, por lo que se constituyó lo que se denomina la
“Gran Coalición Alemana”: Un Acuerdo de
Nuevas Oportunidades. Debo advertir que esta fue la segunda porque la primera Gran
Coalición se produjo del 1966 al 1969.
Esta alianza post electoral de estos dos grandes partidos
antagónicas, fue impuesta por los electores que no dieron margen a una mayoría
aplastante de ninguno, o de manera fortuita por una simple regla aritmética,
hay tratadistas modernos en política que
establecen que cuando los márgenes electorales son escasos, significa que nadie
es dueño absoluto del poder, por lo que un gobierno de consenso nacional garantiza la ejecución eficiente del
ejercicio de gobernar.
Quiero volver a reiterar mi propuesta a la nación, el margen
electoral fue estrecho entre Danilo e Hipólito y en vista de que el PLD tiene
el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y la mayor parte
del poder Municipal, aunque no está contemplando en la Constitución de la
Republica, debe auspiciarse un espacio de debate entre todos los partidos
políticos reconocidos por la JCE, para debatir la “Agenda de Desarrollo
Nacional y Políticas Públicas”, donde además equipos técnicos de los partidos planten
sus puntos de vistas sobre temas
cruciales como educación, economía, salud y seguridad nacional. He sugerido el nombre de “Conferencia
Permanente de los Partidos Políticos Dominicanos”. Debo establecer bien claro, para mi primero
está la República Dominicana y luego existe el Universo con toda su
magnificencia existencial.
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