Por JUAN T H
Es la
versión moderna, caribeña por demás, de la obra del inglés J.R.R.R Tolkien, “El
Señor de los Anillos”, que comenzó a escribirse en 1917. La mitología del El
Señor de los Anillos se desarrolla en la Tercera Edad del Sol de la Tierra o
Edad de los Anillos de Poder. Hablamos de miles de millones de años atrás.
El Señor de
los Anillos de Poder de la República Dominicana se va, pero no se va. Se tomará
unas vacaciones. Su trono lo deja como legado temporal a uno de sus súbditos
confiado en que no será traicionado pues sus lacayos se quedan en el Palacio y
sus alrededores para garantizar que todo siga bajo su divino control.
El Señor de
los Anillos del Caribe inunda la ciudad con un “¡Hasta pronto!” y con un
“¡Hasta Luego!”. Como los antiguos
emperadores romanos, lleva su égida sobre el pecho para protegerlo del ocaso y
el misterio.
Su trono
perdurará más allá de su propia existencia... Tiene los Anillos de Poder en sus
dedos. Dice no tener las debilidades de Aquiles, el héroe de la Guerra de Troya
creado por Homero en la Ilíada. Por lo tanto, no será asesinado por ninguna
flecha envenenada disparada a su talón. Tampoco morirá traicionado por un grupo
de senadores encabezados por Bruto, como César, el gran emperador del imperio
romano.
El es Zeus,
dios de todos los dioses; dios del cielo y del trueno. Nació, por accidente -y para su bien- en un pedazo de isla del
Caribe. Pero un dios es un dios no importa donde haya nacido.
No hay Judas
en el entorno del Señor de los Anillos de Poder. Los Corrompió a todos para que
no tengan necesidad de venderse al “mejor pastor”. Los Judas acumularon
fortunas durante su reinado. Ellos le deben fidelidad y lealtad absoluta.
Traicionaron al pueblo, pero no a su señor y amo que los hizo ricos y poderosos.
La trilogía
cinematográfica de Peter Jackson del
Señor de los Anillos fue creada por la imaginación de su creador Tolkien,
pero la versión caribeña es más real,
más actual y no es fruto de la imaginación.
La saga del
Señor de los Anillos de Poder no se detiene. Continúa. Se extiende más allá del
16 de agosto. A partir de ese día comienza un
capítulo titulado, “el retorno del Señor de los Anillos” con el mismo
guión y los mismos actores de la vida real.
Este “Macondo”
que algunos ilusos insisten en llamar país, en realidad es una ficción. Este “Macondo” seguirá invariable la ruta de
lo absurdo. Somos bizarros esclavizados por el ridículo.
El Congreso,
la Justicia, los Medios de Comunicación, y el Dinero, son algunos de los
anillos de poder que tiene en sus manos el Señor de los Anillos de Poder. Por
eso dice “hasta pronto” o “hasta luego”. Con tantos anillos en sus dedos, con
tanto poder en sus manos, nadie duda que vuelva, incluso antes de lo programado.
El escenario es suyo. El es el Rey, el monarca. El es El Señor de los Anillos
de Poder.
El dice
“¡Hasta Pronto!”. Yo digo: ¡Hasta Nunca!
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