Obama cobra ventaja en los primeros sondeos tras las convenciones
El presidente está por delante de su rival, Mitt Romney, en ocho de los nueve Estados decisivos
ANTONIO CAÑO Washington 10 SEP 2012 - 18:39 CET30
En la fase decisiva de la campaña electoral de Estados Unidos, Barack Obama gana una distancia significativa en las encuestas frente a su rival, Mitt Romney. Las convenciones celebradas por los dos partidos en las pasadas semanas han producido mayores beneficios al presidente, que también ha aventajado en agosto al candidato republicano en recolección de dinero, lo que ocurre por primera vez en cinco meses.
El seguimiento diario de orientación de voto que hace Gallup, y que recogía un empate antes de las convenciones, daba ayer una ventaja de cinco puntos a Obama (49%-44%). El de CNN le sitúa seis puntos por encima de Romney (52%-46%). También en la encuesta diaria de Rasmussen, donde Romney suele tener ventaja y estaba un punto por delante a finales de agosto, el presidente tiene una diferencia favorable de cinco puntos (50%-45%). El sondeo de Reuters-Ipsos, en el que el candidato republicano iba al frente por dos puntos antes de las convenciones, da en este momento la victoria a Obama por 47% frente a 43%.
Más importante que esas cifras de carácter nacional son aún las de los Estados en los que se decidirá finalmente el triunfo. Obama ha cobrado una ventaja de cinco puntos en Ohio, el Estado que ha ganado los últimos diez presidentes de EE UU. Obama tiene actualmente ventaja en ocho de los nueve Estados en los que resultado de las elecciones de noviembre es todavía incierto. En casi todos los casos se trata de diferencias mínimas, dentro de los márgenes de error de las encuestas, pero en todos ellos la tendencia de Obama es creciente, mientras que Romney desciende o está estabilizado.
Prácticamente todos los analistas, incluidos muchos republicanos, coincidieron en que la convención demócrata fue mucho mejor que la republicana, y anticiparon que resultaría más beneficiosa electoralmente. Muchos contaban, no obstante, con que esa ventaja se vería compensada por el efecto negativo del índice de desempleo (8,1%), que se conoció un día después del cierre de la convención demócrata y confirmaba las serias dificultades del mercado laboral norteamericano.
Sin embargo, el presidente no se ha visto perjudicado por ese dato, quizá, en parte, porque el desempleo es menor en la mayoría de los Estados en los que el resultado es incierto, incluidos los dos más importantes, Florida y Ohio. Conviene tener en cuenta que las elecciones presidenciales norteamericanas no son elecciones nacionales, sino 50 elecciones distintas en otros tantos Estados, de los que 41 están ya fuera de la disputa porque la ventaja de uno u otro candidato resulta insuperable.
Esos Estados en los que el resultado ya es seguro dan, por ahora, una ventaja a Obama en el Colegio Electoral que nombra al presidente de 221 representantes frente a 191, de acuerdo al recuento de Real Clear Politics. Se requieren 270 para obtener la mayoría, por lo que Romney tendría que ganar en casi todos los Estados todavía en disputa para convertirse en presidente.
Es difícil, pero, por supuesto, no es imposible. El candidato republicano tiene todavía tres grandes bazas, los tres debates presidenciales previstos en esta campaña, el primero de ellos, el 3 de octubre en Denver (Colorado). Seguramente, Romney pasará a la ofensiva en ellos y tratará de corregir su principal carencia: la falta de confianza del electorado en su figura. Pero, en años anteriores, los debate no han propiciado cambios apreciables en la marcha de las encuestas. Tradicionalmente, quien acaba por delante en septiembre acaba ganando en noviembre. A la espera de lo que aquí se conoce como “la sorpresa de octubre”, un suceso imprevisto que lo cambie todo.
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