Willians De Jesús Salvador
En Brasil, Dilma Roussef se enfrenta a un golpe de Estado. En Venezuela, estado fallido y crisis social a niveles nunca vistos. En México, una ola de violencia y muerte a la orden del día. En Colombia, se firma acuerdo de paz -aún no definitivo- con las FARC, luego de 52 años de guerrillas armadas. En el estado libre asociado de Puerto Rico, el default. En Orlando, Florida, herido por la intolerancia de género.
Resulta evidente que América Latina enfrenta el desafío de nuevas realidades, producto de las perturbaciones políticas que amenazan la estabilidad regional. Entre los elementos a tomar en cuenta podemos citar, el "Golpe de Estado Blando" a la presidenta brasileña Dilma Roussef, la agitación política en Venezuela, caracterizada por crisis política y económica que están conduciendo a ese pueblo a una crisis humanitaria, es innegable que se han experimentado cambios bruscos en su economía y como colofón un déficit democrático.
Mientras tanto, la otra mitad del mundo es sacudida por el terrorismo, como ha sucedido en Francia, Bruselas, Estambul, Alemania, y ahora Bangladesh, concomitante a un proceso de fraccionamiento que amenaza la Unión Europea: todo esto constituye un estancamiento al proceso de globalización.
América Latina en el año 2005 se celebró la Cumbre de las Américas en la ciudad argentina de Mar del Plata, para rechazar el proyecto estadounidense de crear un área de libre comercio desde Alaska a Tierra de Fuego, a la vez que el presidente Hugo Chávez planteaba un proyecto económico propio: la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
La Alianza de Pacífico con México, Colombia, Perú y Chile, y se agregó como observador a Argentina, colocan a esta alianza como una de las asociaciones económicas más importantes del planeta. Por lo que el proceso de integración debe seguir consolidándose como vínculo geográfico que involucre todos los países de Latinoamérica
" La integración de América Latina como bloque debe ser una aspiración común para lograr el desarrollo integral y así disminuir la asimetría en nuestros países, es un paso indispensable para lograr equipararnos en competitividad con otras naciones dentro del mundo obligado de la globalización. El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) es un gran y loable intento, pues constituye el marco institucional de la integración de la región centroamericana, pero es necesario que avance hacia las metas de encarar el narcotráfico, la preservación del medio ambiente, la defensa de los derechos humanos, la lucha contra la pobreza, y el combate del terrorismo."
Las aspiraciones debe ser lograr el desarrollo integral para disminuir la asimetría en nuestros países, para lograr competitividad dentro del mundo obligado de la globalización. El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) constituye un gran y loable intento, pues constituye el marco institucional de la integración de la región centroamericana, creado mediante la firma del Protocolo de Tegucigalpa, por los Estados de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) es un espacio unido que tiene por objetivo fundamental alcanzar la integración de Centroamérica para constituirla en una región de paz, libertad, democracia y desarrollo. Fue constituido el 13 de diciembre de 1991, mediante la suscripción del Protocolo a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) o Protocolo de Tegucigalpa, el cual reformó la Carta de la ODECA, suscrita originalmente en San Salvador, El Salvador, el 14 de octubre de 1951; entró en funcionamiento formalmente el 1 de febrero de 1993. La República de El Salvador es la sede del SICA.
Se adhirieron como miembros plenos Belice en el año 2000 y, a partir de 2013, la República Dominicana. El Sistema cuenta con un grupo de países Observadores Regionales y Extrarregionales. Los Observadores Regionales son: México, Chile, Brasil, Argentina, Perú, Estados Unidos de Norte América, Ecuador, Uruguay y Colombia. Por otra parte, son Observadores Extrarregionales China (Taiwán) , España, Alemania, Italia, Japón, Australia, Corea del Sur, Francia, la Santa Sede y Reino Unido. Actualmente, Haití se encuentra en proceso de incorporación bajo la categoría de Observador Regional. El inicio del proceso fue aprobado en diciembre de 2012.
Honduras en la isla de Roatán, en el Caribe hondureño, la XLVII Cumbre del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en su discurso de inauguración de la cumbre resaltó la importancia de la integración regional y algunos avances "importantes" que en ese sentido se han logrado, los que en su opinión "no son suficientes". Expresó que el proceso de la integración centroamericana "prácticamente tiene más tiempo que el de la Unión Europea", pero las diferencias entre una región y otra son grandes. "Lo digo para que eso cale en nuestras conciencias y podamos entender que el tiempo pasa, que muchas generaciones han pasado y que ahora nos corresponde a nosotros tomar decisiones", subrayó.
El presidente Danilo Medina planteó a los Jefes de Estado y de Gobierno que participan en la XLVII cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que la presidencia Pro-Témpore sea por un año en lugar de seis meses, por considerarlo un periodo demasiado corto para avanzar sustancialmente en los puntos de la agenda. La propuesta tiene mucho sentido, por lo que
debe modificar el artículo 3 del Reglamento de la Presidencia Pro Tempore del Sistema de la Integración Centroamericana, lo que permitiría la adopción, implantación y seguimiento por un tiempo más prolongado de las ejecutorias de un país al frente del Sistema.
Somos de opinión que el SICA debe tomar un papel más activo en estos tiempos de turbulencias en el mundo globalizado y que obliga a dar respuestas como bloque a los problemas que afectan a los países de la región, haciendo honor a sus enunciados en países de América Latina.
La presión de los grandes bloques a nivel global conducen al colapso de la "unípolaridad" cada vez más se perciben los intentos de romper esas bridas y establecer la multipolaridad como forma de gobierno global, y producir los cambios urgentes en el sistema capitalista que está entrando en crisis.
La clase política y los partidos de América Latina deben romper la rutina discursiva y observar las turbulencias que perturban a varios países de la región y el mundo, que caminan hacia la desaceleración de su crecimiento económico; Se derrumban los precios de las materias primas, es hora de buscar alternativas para re encausar el crecimiento sostenido, hay que subir el pie en el estribo de la innovación como fuente de generar riqueza.
La realidad es que estamos asistiendo a una era donde la diplomacia debe estar dirigida hacia "las finanzas, la economía y el comercio global". Sobre este particular hay que destacar que para los flujos de bienes, capitales y tecnología a nivel global, las misiones diplomáticas deben construir autopistas expeditas a esos flujos hacia al país República Dominicana.
En este contexto consideramos que la diplomacia dominicana debe jugar un papel fundamental, una cancillería ajustada a los nuevos tiempos, donde las relaciones de Estado a Estado con los diferentes actores internacionales tengan como eje fundamental la diplomacia bilateral y un equipo de expertos trabajando en los diferentes bloques de integración económica.
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